Enfermedad por Modelantes

Es un caso recurrente y preocupante desde hace ya muchísimos años: la inyección de diversas sustancias como modelantes corporales, que van desde aceites, preparaciones para quemar grasa, grasas animales, silicón (biopolímeros), metilmetacrilato (cemento para huesos), entre otros.

Actualmente, se considera un problema de salud pública debido a la aparición de médicos charlatanes o personas sin preparación que, de manera irresponsable, inyectan estas sustancias nocivas. Algunas de ellas generan consecuencias inmediatas y otras, a largo plazo.

Recordemos que estos casos toman relevancia cuando le suceden a personajes públicos o artistas, como fue el caso de Alejandra Guzmán. Sin embargo, al poco tiempo se olvidan y vuelve a haber un incremento de casos en la población. Este problema no respeta estatus social, nacionalidad ni, en ocasiones, nivel educativo, por lo que abordaremos el tema para informar a las personas sobre los riesgos.

En primera instancia, debemos tener claro que cualquier sustancia o material inyectado, ajeno al cuerpo, será identificado por el organismo como un elemento extraño. Por ello, el cuerpo intentará destruirlo y expulsarlo, lo que puede causar infecciones, necrosis (muerte de tejidos), reacciones inflamatorias con diversos síntomas e incluso la muerte.

En otros casos, el cuerpo encapsula el material, y podrían pasar décadas antes de que produzca un daño. Específicamente, esto ocurre con el silicón inyectado o biopolímeros, comercializados con distintos nombres como “biogel”. Los daños pueden incluir cambios en la coloración de la piel, endurecimiento, formación de granulomas y fístulas, lo cual provoca una catástrofe estética que, en algunos casos, ha llevado incluso al suicidio de pacientes.

Lo más grave es el desarrollo de una reacción conocida como enfermedad por modelantes, enfermedad por adyuvantes o síndrome de ASIA (Autoinmune Syndrome Induced by Adjuvants o Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes), en la que el sistema inmunológico ataca estructuras como la piel, las articulaciones y, más gravemente, los riñones, lo que puede provocar una insuficiencia renal y la necesidad de diálisis.

El tratamiento debe iniciarse lo antes posible, preferentemente antes de la aparición de síntomas, y se enfoca en extraer el producto mediante liposucción láser, cuando sea factible, o en extirpar en bloque todo el tejido infiltrado, respetando los músculos. Debe seguirse un protocolo establecido (como el del Hospital General de México) para minimizar los síntomas, proteger el riñón y facilitar la extracción del material.

Es importante mencionar que lo único que puede inyectarse para el aumento de volumen o para corregir irregularidades es el ácido hialurónico, ya que el cuerpo puede desintegrarlo de manera natural. Por esta razón, se requiere una nueva aplicación periódicamente.

Les recuerdo siempre acudir con un cirujano plástico certificado y ético. Cuiden su salud y no se inyecten NADA que no tenga registro y permiso de la FDA, la Unión Europea y la COFEPRIS, y que no se aplique en un lugar adecuado y con las medidas de higiene necesarias.

Dr. Fernando Flores Sosa

Cirujano Plástico Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva A. C

Citas: (559) 195 6273 / (664) 214 9383

Instagram: @drfernandofloressosa

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